Últimamente hemos visto que muchos hoteles están poniendo atención en sus lobbies o vestíbulos. Hace algunos años se prestaba más atención a lo que los conocedores llaman amenities o comodidades, colocando galletas encima de almohadas en lugar de las aburridas mentas, y ese tipo de cosas. Esto fue seguido por una selección de almohadas, preguntando a los huéspedes si preferían relleno de espuma o de plumas y en algunos casos se ofrecía una selección de distintos apoyos para colocar la cabeza. Luego vino la tendencia hacia las camas más cómodas, por lo que los huéspedes empezaban a preguntar dónde podían comprar una igual; pronto se convirtió en ventas por catálogo de lo que la industria llama centros de utilidad (como lavandería, mini-bar y servicio telefónico). Más recientemente, la atención se ha centrado en los baños y la forma en que el creciente número de viajeros del sexo femenino - que es muy exigente en estos asuntos -- podría ser mejor atendido.
La preocupación por las amenazas de la delincuencia organizada, ataques terroristas o riesgos para la salud son algunas razones para no tomar unas vacaciones de verano de este año. No son muy buenas razones, pero al fin y al cabo, razones. Acapulco, durante mucho tiempo el destino favorito para los chilangos, es ahora la ciudad más violenta de México, e incluso si no lo fuera, con los manifestantes que cierran carreteras prácticamente cada dos días, un simple viaje puede parecer casi imposible.
Varios aeropuertos alrededor del mundo están aprovechando las oportunidades para disfrutar de la infinidad de caprichos y deseos de su masiva audiencia cautiva. El Changi en Singapur rompió la tierra en diciembre pasado a un desarrollo visualmente impresionante de vidrio y acero, complejo de uso mixto que, una vez terminado contará con un bosque lleno de miles de árboles, helechos, arbustos y otras plantas, una cascada de agua desde el techo de una cúpula de cristal, senderos para caminar y un parque de juegos infantiles.
La isla de Santa Elena, tal vez el más difícil destino turístico para llegar desde cualquier parte del mundo, parece destinada a retener esa designación tal vez para siempre. Tienen un nuevo aeropuerto, pero llegar en avión es demasiado peligroso. Santa Elena, algo como un cuarto del tamaño de Cozumel, se encuentra aproximadamente a medio camino en el Atlántico entre África y América del Sur. Allí Napoleón vivió sus últimos años y murió en 1821. El cuerpo fue trasladado a París en 1830 y allí yace en una tumba monumental.
Septiembre ha llegado. Ahora podría ser el momento ideal para salir de vacaciones. Si tienes amigos que regresaron recientemente de alguna excursión, entenderás las razones. Durante junio, julio y agosto, todos los lugares del mundo donde uno podría desear ir estaban llenos de gente que tuvo el mismo deseo. Una colega acaba de regresar de Praga - uno de mis lugares favoritos del mundo - comentó que todo Asia había llegado allí antes que ella. Hasta se está diciendo, un poco en broma, que la invasión de Normandía hace 71 años habría fracasado si los nazis simplemente hubieran abierto las playas a los turistas.
