Imprimir
Categoría: Ciudad Abierta

Por: Gustavo Armenta
armentaturismomexico.com

 

Stefanía Ballotta, una mujer feliz… ¡en septiembre!

Cualquiera que trabaje en la industria del turismo sabe que, una vez concluidas las vacaciones de verano, cuando los niños regresan a la escuela en agosto, inicia la peor temporada del año, que alcanza su pico negativo durante septiembre. Septihambre es el lugar común que suele repetirse en el medio para ilustrar lo malo que resulta el noveno mes del año.
En los primeros días de este octubre platiqué con Stefanía Ballotta, directora comercial para México y el Caribe de los hoteles Barceló, y cuando pensaba que iba a escuchar un rosario de quejas por la mala temporada, me sorprendió encontrarme con todo lo contrario: la mujer estaba más que contenta, la escuché casi eufórica, por los resultados que habían alcanzado en septiembre. Sin ninguna duda, puedo decir que era una mujer feliz.

El motivo de su alegría era que ya tenía en la mano los números de septiembre, mes en el que registraron 42% de ocupación. Esta cifra podría parecer baja, pero no lo es si tomamos en cuenta que Barceló posee nada menos que 2,749 habitaciones en la Riviera Maya y que era septiembre. Además, habrá que añadir una par de datos más que dio Ballotta: no sacrificaron tarifas y no tuvieron que cerrar ninguna de sus propiedades durante ese periodo.
¿Cómo le hicieron? —le pregunto. Y la respuesta, en apariencia, es muy sencilla: convenciones con el mercado doméstico.
“El mercado grupal es la clave, te mantiene un buen nivel de ocupación, te sostiene las tarifas establecidas y el nivel de calidad en servicio y alimentos”, explica. Así de simple, que no lo es tanto.
Para lograr esto, hay que desarrollar una estrategia que, en el caso de esta cadena española de hoteles, bajo la conducción de Miguel Ángel Guardado, director general en México, les ha dado resultados.
Ballotta sabe muy bien cuáles son sus principales mercados emisores para este segmento, por lo que crearon una red de oficinas en Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México, apoyadas por una suficiente inversión en publicidad enfocada al mercado de grupos y, también, al de bodas, en medios tradicionales, pero también en internet y redes sociales.
Ballotta está convencida de que lo más importante es la diversificación de mercados y en eso trabaja. Y en esta línea el mercado grupal es amplio, ya que abarca tanto el segmento de congresos y convenciones, como el de viajes de incentivo y las bodas.
Los congresos le salvaron este septiembre y desde ahora ya tiene reservados los espacios para ser sede de diez bodas de parejas de Monterrey en mayo y junio del próximo año, más las que se acumulen de aquí hasta entonces.
El mérito de lograr estos números en días de crisis se hace más grande si reparamos en que el contexto no ha sido precisamente el ideal. El paro de actividades de Mexicana de Aviación les ha afectado igual que a todo el destino, básicamente por los vuelos internacionales que dejaron de operar, sobre todo los provenientes de Estados Unidos, principal mercado no sólo del Caribe Mexicano sino de todo el país. Aún peor, la percepción de inseguridad que se ha creado fuera también se ha convertido en un factor en contra de una forma tangible. Por ejemplo, por miedo a esta situación recientemente les cancelaron un grupo grande que vendría de la Unión Americana.
Pero, no obstante estos factores en contra, Barceló marcha y marcha bien para las circunstancias que vive la industria. Pocas son las cadenas hoteleras que pueden presumir un buen septiembre.
Salvada con buenos números la peor temporada del año, ellos ya tienen su mira puesta en el próximo invierno. De acuerdo con lo que asegura Stefanía, las reservaciones que ya tienen para la próxima temporada alta de fin de año estaba, a principios de octubre, ocho puntos arriba de lo que registraron en 2009, números que seguramente se irán incrementando de aquí a fin de año.
Este panorama la hace ser optimista con respecto a lo que les espera en 2011. Según dice, si logran mantener la misma ocupación y una tarifa diez dólares más alta por cuarto, el próximo también será un buen año.
“Nosotros seguimos ganando dinero”, afirma y eso no es algo fácil de decir en estos tiempos de vacas flacas y de mala imagen internacional. Por eso es que estaba feliz.