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Categoría: Aviación

• Totalmente politizado el tema
• Empresarios lo defienden
Por Víctor Manuel Bermúdez
Debido al proceso electoral que vive nuestro país, mismo que provoca que todas las acciones políticas se relacionen con ese acontecimiento, sin que ello resulte necesariamente cierto, las conjeturas que permean en gran parte de la ciudadanía desembocan en la duda y en la descalificación y en cierto tufo de desprestigio en contra de la clase gobernante.
Como ha sido mencionado en este espacio, la controversia surgió a raíz de que el candidato presidencial de Morena, metió el tema al debate político, mismo que fue comprado por los otros  contendientes, volviendo un asunto de técnicos, en un revoltijo de cifras y apreciaciones, amén de señalamientos, algunos fuera de contexto que confundió y dividió a la sociedad.
La seriedad que requiere un proyecto de gran envergadura, como el que representa sin lugar a dudas el nuevo aeropuerto que dará servicio a la capital del país, ha sido llevado hasta la mofa por quienes lo denostan.
Tras la aparición en la escena del cuadrilátero político, del mayor y más importante empresario mexicano como lo es Carlos Slim, mismo que en una larga conferencia de prensa, plasmó las bondades e importancia que esa gran obra representa como un auténtico detonador para el desarrollo del país, comparándolo con lo que fue en su momento el Canal de Panamá.
La respuesta a bote pronto no se hizo esperar, ya que el líder morenista, descalificó a quien en su momento le había apoyado cuando fue Jefe de Gobierno del DF - en la reconstrucción del primer cuadro de la capital mexicana- tildándole de enviado del presidente Enrique Peña Nieto y del ex presidente Carlos Salinas.
Aún más, la contestación ralló en pedirle que lo construyera con su dinero, porque se lo iba a entregar en concesión, además de contestarle a él y a otros con un cómic, que pareciera más para que mejor lo entendieran sus simpatizantes, donde explica sus motivos para oponerse a esa obra y caricaturiza, entre otros al Jefe de la Nación.
La argumentación esgrimida en el cómic y la que se ha pregonado por los militantes del partido Morena, va desde el supuesto ahorro económico, pasando por señalamientos en el sentido de que es inviable el terreno del ex Vaso de Texcoco, hasta manifestar que hay mucha corrupción en los contratos de obra y que se les han entregado a los favoritos del gobierno y que en ningún país se ha cerrado un puerto aéreo.
En contraparte los representantes gubernamentales han salido a explicar de manera seria las bondades del proyecto, destacando que no solo ha sido aprobado por los expertos en aeropuertos como el Tecnológico de Massachusetts, también la transparencia en la asignación de los contratos que ha sido muy cuidada y supervisada por la OCDE.
Cabe señalar que el terreno donde se asienta el actual aeropuerto “Benito Juárez” corresponde al ex Vaso de Texcoco, por otra parte las aerovías actuales se cruzarían en un punto con el de la Base Aérea, por lo que se tendrían que espaciar aún más las operaciones para evitar colisiones de aeronaves en el espacio aéreo, cancelando con ello cualquier beneficio.
También se debe de recordar que en Berlín, Alemania se cerró en 2008 el Aeropuerto Templehof, localizado a 12 kilómetros del centro de la ciudad y convertido en parque. Otro aeropuerto que fue cerrado hace dos décadas fue el Stapleton de Denver, Colorado en los Estados Unidos, sustituido por el Internacional de Denver que contiene seis pistas.
Con respecto a la asignación de los contratos de obra, los oponentes al proyecto Santa Lucia, algunos de ellos han manifestado que como ninguno de los favoritos del morenista,  entre ellos quien funge como su enlace con la cúpula empresarial, han participado o ganado alguna licitación, eso le tiene muy molesto.
Por el momento, aunque se niegue, el Sector Privado ha marcado distancia del tabasqueño, manteniendo sus reservas en el caso de que éste llegara a ganar las elecciones presidenciales.
De concretarse los planes para inaugurar el nuevo puerto aéreo el 20 de noviembre de 2020, seguramente habrá de desatarse otra polémica por el nombre que se le pondrá, por el momento le han suprimido la letra “C” y han quedado sus siglas como NAIM –Nuevo Aeropuerto Internacional de México-.